¿Me estás prestando atención?
A quién no le han hecho esta pregunta alguna vez en su vida. Lo cierto es que la atención es uno de los cuatro procesos claves que inciden en el aprendizaje junto con la memoria, la comunicación y la motivación. Sin atención no hay aprendizaje, así de simple.
Para entender lo que es la atención, podríamos especificar que existen dos clases de atención:
–La atención a corto plazo: nuestra capacidad para concentranos en un estímulo fugaz. Es la atención que nos provoca un relámpago, la llamada de un móvil, etc… Es una atención que apenas dura segundos.
–La atención sostenida: nuestra capacidad de concentración en una tarea a lo largo del tiempo. Es la atención a una lección, a una conversación, a un espectáculo… y a escribir un blog, por ejemplo.
Cuando hablamos de “prestar atención”, normalmente nos referimos a esta atención sostenida. La falta de esta atención sostenida se suele deber a varias causas principales: el desinteres sobre el asunto tratado(“esta asignatura me aburre”), nuestro estado emocional(“es que estoy un poco depre”), la persistencia de otro estímulo que nos interesa más(“¿Has visto eso?”)… Pero hay otro motivo también muy frecuente y que muchas veces ignoramos: el tiempo. La atención es un recurso cognitivo limitado. El ser humano sólo puede prestar atención durante cierto periodo de tiempo antes de distraernos. La mayoría de los adultos no somos capaces de prestar una atención continuada durante más de 40 minutos.
¿A quién no le ha pasado que está viendo una película interesantísima, que le gusta, que le motiva… y de pronto se da cuenta que se ha distraído durante unos minutos? Es algo muy habitual, sobre todo cuando la película supera las dos horas de duración, como “Apocalypse Now”. El motivo de esa distracción no es que la película nos aburra o desagrade, es que nos ha obligado a prestarle nuestra atención durante demasiado tiempo de forma continuada.
Este tiempo limitado de atención queda perfectamente claro en la “curva de atención”, una representación gráfica de cómo nuestra atención sostenida varía en el tiempo. Esta curva se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continua y vuelve a ascender hacia el final del mensaje.
¿Y qué influencia tiene sobre el aprendizaje? Enorme. Todo pedagogo sabe que es importante hacer descansos entre clases y después de una hora de estudio continuado. También es el motivo por el que resulta aconsejable hacer un resumen final en una presentación, ponencia o formación para aprovechar el último repunte de atención del espectador. Y sobre todo, es el motivo por el que una formación debe ser clara, concisa y concreta.
Por último, citar que algunos autores indican que la aparición de los contenidos cortos en internet (por ejemplo, Youtube) parece estar provocando una disminución en la capacidad de atención sostenida de los individuos. Sea como sea, existen ejercicios que podemos hacer para entrenar nuestra atención y prolongarla lo máximo posible en el tiempo.
Podría seguir hablando de la atención, pero… creo que tu curva de atención empieza a decaer.
En Fidelia tenemos varios ejemplos de cómo utilizamos estas técnicas pero donde mejor se puede ver es en nuestro Pack de Optimización del aprendizaje informal
Gracias por tu atención.
Comments 1
maravillosa información, gracias